lunes, 2 de octubre de 2023

El regreso a casa y el lince que me esperaba

 




Tengo que retroceder un poco el tiempo con respecto a publicaciones anteriores para trasladarnos de nuevo al viaje Pirenaico que hice este verano con Mari Carmen.
El 31 de julio regresamos sin ninguna prisa porque, de hecho, el GPS del móvil se empecinó en guiarnos por carreteras nacionales y secundarias por la Sierra de Albarracín y los pueblecitos del interior de Valencia y Alicante. En una parada para comer en un área recreativa vimos numerosos pajarillos (incluso oí reclamos de verderón serrano) y córvidos que acudían a comer las migajas de los merenderos, destacando mucho para nosotros un pico picapinos descaradísimo que nos entretuvo una barbaridad.




Pose menos usual en la especie

Pico picapinos (Dendrocopos major)


Ya en Alicante, antes de despedirnos, Mari Carmen me quiso enseñar la oruga de mariposa del madroño que tiene en su campo, bien hermosota ya, y los nidos de arañas del género Hersiola mientras me contaba qué aves ve allí en sus dominios de la Sierra de Crevillent.
Una hembra adulta de Rivetina baetica, especie que por fin veía en estado adulto, fue un estupendo broche final antes de volverme para mi pueblo.



Oruga de mariposa del madroño (Charaxes jasius)

Nidos de Hersiola sp.

Retrato del dragoncito

Rivetina baetica



Hablando de mi pueblo, poco hice allí durante el horrible calor de la campiña de Jaén en agosto, pero me llevé un premio gordísimo cuando el día 24 tuve un mágico encuentro con uno de esos linces que están recolonizando sus antiguos territorios aunque hoy día estén ocupados por olivares.
Hay que extremar la precaución al conducir por las carreteras que tanto fragmentan sus dispersión, así como desterrar las odiosas prácticas de cepos, lazos, venenos y disparos intencionados. 






Lince ibérico (Lynx pardinus)


Ver un lince al lado de tu pueblo está genial, aunque casi tanto lo es comerse unas buenas croquetas en el día de tu cumpleaños.








viernes, 29 de septiembre de 2023

Parada en el Brazo del Este

 




Después de la breve salida de la entrada anterior, el sábado 19 de agosto tenía prevista una clásica parada de camino hacia mi pueblo. 
Pasando por Sevilla me desvié hacia el paraje del Brazo del Este, que va a peor por la degradación a la que lo someten los garrulos de siempre, aunque las aves acuáticas siguen acudiendo en masa al ser un humedal con agua en verano mientras que Doñana está seca como la mojama.

Este año, por la espantosa sequía, no se ha cultivado apenas arroz y el agua presente es la perteneciente a los meandros del antiguo cauce del Guadalquivir y sus retazos de marisma sobrevivientes, pero era suficiente para concentrar una buena cantidad de aves.



Flamencos (Phoenicopterus roseus)

Cuchara (Spatula clypeata)

Avoceta (Recurvirostra avosetta)



Los rincones con espesa y alta vegetación palustre tenían especial abundancia de estas aves que buscan descansar y alimentarse, apartadas del trasiego de conductores irrespetuosos.



Nadie se dará cuenta de soy una garceta

Moritos (Plegadis falcinellus)


Cigüeñuela (Himantopus himantopus)

Moritos (Plegadis falcinellus)


Era época de migración como dije en la anterior publicación, llegando a verse incluso un par de cercetas carretonas, nuestros patos estivales que en aquellos momentos no lucían su mejor plumaje como tantas otras anátidas.



Cerceta carretona (Spatula querquedula)

Combatiente (Calidris pugnax)

Flamenco (Phoenicopterus roseus)


Garceta grande (Ardea alba)

Cercetas pardillas (Marmaronetta angustirostris)

Espátula (Platalea leucorodia)


Entre las migradoras destacaban también las grandes cantidades de aviones zapadores junto a las golondrinas comunes y la casi continua presencia de garzas imperiales en el carrizal.
Al igual que la tarde anterior en Cádiz, disfruté de las cercetas pardillas como buen síntoma de que las actuaciones con tan amenazada especie parecen marchar bien.



Avión zapador (Riparia riparia)

Tejedor amarillo (Euplectes afer)

Garza imperial (Ardea purpurea)


Cerceta pardilla (Marmaronetta angustirostris)

Cucharas (Spatula clypeata)

Aguilucho cenizo (Circus pygargus)


Merecen salir aparte los flamencos, que se dejan ver de maravilla cuando están tranquilos y no se les molesta. Recalco esto porque hablamos del paraje donde los catetos pasan con sus coches pitando a las aves y otras cosas más contundentes como lo que hacen con los calamones (sí, los matan).








Terminamos con un grupo de cigüeñas blancas descansando, probablemente de las que posteriormente cruzarían el Estrecho rumbo a África por las fechas, aunque durante el otoño llegan otros contingentes buscando comida fácil sin los peligros de una larga migración.







martes, 26 de septiembre de 2023

Doñana gaditana después de un largo tiempo

 




Este año he retomado mi vieja tradición de aprovechar para salir a pajarear durante mis búsquedas veraniegas de piso nuevo en el que alojarme. Unos pocos años de cierta estabilidad habían dejado aparcada dicha tradición, pero el 18 de agosto estaba recuperando esas buenas costumbres cuando, al terminar mi búsqueda, salí por la tarde hacia Sanlúcar de Barrameda para disfrutar de una buena salida marismeña y salinera.

Por la carretera vi un aguilucho cenizo estando en territorio sevillano, ave cada vez más escasa en Andalucía debido a las modernas prácticas agrarias al recoger la cosecha de cereal, hasta que llegué a las inmundas charcas de Camino Colorado y vi, una vez más, anátidas en peligro de extinción nadando junto a basura con la banda sonora de ladridos de perro y graznidos de loros en cautividad.

Un dato interesante es que la cerceta pardilla anillada nació en cautividad en 2021 y fue liberada en 2022 en la Cañada de los Pájaros (Sevilla).




Aguilucho cenizo (Circus pygargus)

Cerceta pardilla (Marmaronetta angustirostris)

Malvasía (Oxyura leucocephala)

Cerceta pardilla con anilla verde en la que pone J3

Calamón (Porphyrio porphyrio)


En las salinas de Bonanza estaban las esperables gaviotas picofinas junto al trasiego de limícolas en migración.
Ir allí equivale a ver gaviotas picofinas, limícolas y flamencos enanos. Lástima que no llegara a estar el flamenco enano que aún se citaba una semana antes.



Gaviotas picofinas (Croicocephalus genei)

Correlimos zarapitines (Calidris ferruginea)

Combatiente (Calidris pugnax) y aguja colinegra (Limosa limosa)


Agujas colipintas (Limosa lapponica)

Flamencos (Phoenicopterus roseus)

Gaviotas picofinas (Croicocephalus genei)


En aquellas fechas de agosto aún quedaban charrancitos pescando en las salinas, que a estas alturas ya se habrán marchado con viento fresco a África.



Aterrizando

Charrancito (Sternula albifrons)

Correlimos zarapitines con un correlimos común


Otro aterrizaje

Espátula (Platalea leucorodia)

Disfrutando de repugnantes despojos


Otra cosa que uno siempre espera allí al ir por la tarde es contemplar uno de esos fabulosos atardeceres marismeños con esos tonos intensos reflejados en el agua. A la mañana siguiente seguiría con las andanzas acuáticas en otro humedal distinto de camino a casa.