La verdad es que este mes he salido bien poco por el Brazo del Este pese a tenerlo tan cerquita de donde vivo, el fin de curso ha sido muy ajetreado y a lo tonto no he hecho mucho pajareo entre semana, pero por suerte un paraje tan potente siempre tiene cosillas para ir contando.
A primeros de mes me encontré de nuevo con agujas colinegras (Limosa limosa) después de llevar mucho tiempo sin verlas tras su paso migratorio prenupcial. Estos ejemplares son los que no han tenido éxito en su reproducción y/o los que aún son inmaduros, que andaban cerca de otras aves acuáticas como el martinete (Nycticorax nycticorax) y la gallineta (Gallinula chloropus).
Así es ahora más frecuente ir encontrando distintas aves durante el recorrido, como por ejemplo espátulas (Platalea leucorodia) y moritos (Plegadis falcinellus). Los flamencos (Phoenicopterus roseus), en cambio, han dejado de ser habituales porque ya no los veo desde los primeros días del mes.
Las canasteras (Glareola pratincola) siguen siendo muy fáciles de ver con esa costumbre suya de posarse en los carriles. Están enfrascadas en las labores de cría como también lo están los fumareles cariblancos (Chlidonias hybrida) y las cigüeñuelas (Himantopus himantopus).
Con las pagazas piconegras (Gelochelidon nilotica) ya no sé exactamente cuál será su situación, al estar aquí aún sin ser época de paso migratorio y sin saber si criarán por aquí o no.
Aunque mucho más despreciable me parece el individuo que no tuvo otra cosa mejor que hacer que matar a un imponente macho adulto de culebra bastarda. La ignorancia es altamente peligrosa.